La Inteligencia Artificial se ha convertido en un recurso muy controvertido dentro del reconocimiento facial. Multitud de países y compañías han reconocido tener problemas a la hora catalogar a las personas. Muchas veces los programas de IA catalogan en razas y les asignan atributos o cualidades sin que nadie lo haya especificado en su programación. Normalmente estamos acostumbrados a que el reconocimiento facial sea algo divertido y útil en nuestro día a día.
Este no es el caso de China, quien estaría tratando de identificar a minorías étnicas para controlar sus movimientos de forma deliberada.
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El reconocimiento facial puede convertirse en una nueva forma de represión
El gobierno Chino estaría tratando de limitar el movimiento de los Uigures, una minoría de 11 millones de personas de creencias musulmanas. Contrariamente a lo que ocurre en cualquier otro país, China estaría creando perfiles raciales mediante IA. Esto unido a la basta red de vigilancia que tiene el gigante asiático permitiría tener controlados a los Uigures.
Este reconocimiento facial habría aprendido a identificar a las personas según sean Uigures o No Uigures, creando dos categorías y alertando cuando muchos individuos de la primera categoría se reúnen en una zona no habitual para ellos.
Uno de los responsables de este proyecto declaro en The New York Times "Si originalmente un Uigur vive en un vecindario, y en 20 días aparecen seis Uigures el sistema envía alarmas de inmediato" a la policía.
Problemas éticos y también técnicos
Durante años este tipo de tecnologías han sido desarrolladas por países democráticos. Casos de espionaje o de racialización han sido claramente denunciados y parados. Incluso hay sitios que han cerrado por ceder nuestros datos.
Hoy en día hay una nueva oleada de empresas lista para satisfacer las necesidades autoritarias de Beijing. Y no es que estas empresas se oculten, CloudWalk muestra orgullosa en su página las posibilidades de esta nueva tecnología. Además es el propio gobierno Chino el que impulsa leyes y alienta a la policía a utilizar esta tecnología.
No obstante esta técnica esta aún en pañales. Es imprecisa y falla 2 de cada 3 veces. Además depende enormemente de una correcta iluminación y de la posición de la cámara. Y obviamente de la calidad de la cámara de vigilancia, algo en lo que el Ministerio de Seguridad Pública de China se esta gastando una autentica fortuna. En 2018 se destinaron miles de millones de dolares a dos planes gubernamentales destinados a la vigilancia policial. Los programas son Sharp Eyes y Skynet ¿en serio no había otro nombre?
Con todo parece que China esta decidida a vigilar a sus ciudadanos y, en este caso, a utilizar el reconocimiento facial para distinguir y categorizar entre razas.
Fuente: The New York Times